Los aplicadores que son colocados en el área seleccionada, generan un campo electromagnético que provocan unas contracciones musculares profundas, mejorando la atonía muscular. Una sesión de 30 minutos equivale a realizar unas 30.000 sentadillas, pero SIN esfuerzo. El tipo de contracción que se produce solo es posible conseguirla con esta tecnología fortaleciendo de una manera más profunda los músculos de la zona a tratar.