Es un tratamiento que consta de dos procedimientos.
Higiene facial
Este procedimiento consta de las siguientes fases: limpieza, tonificación, exfoliación e hidratación. Contribuye en el proceso de renovación celular, desintoxicación de la piel, activación de la circulación sanguínea y linfática para una buena nutrición de los tejidos, además hidrata el rostro luciendo una piel fresca, limpia y joven.
Microdermoabrasión
Este procedimiento consiste en, mediante agua y puntas de diamante, realizar una limpieza profunda de la piel, eliminando las células muertas superficiales, puntos negros acumulados, disminuyendo el tamaño de los poros, mejorando la textura áspera del rostro y atenuando las cicatrices, consiguiendo una piel uniforme y suave.